29 de enero de 2014

Dos años van...

Ná, al pie del cañón... mejor, si anduvieras x akí

OTRA

Aún se te echa en falta
No creas, tanto o más, se ha agrandado
La brecha, este dolor ardiente en mi alma
Aún bramo algunas noches intentando
Regresarte de allá dónde coño marchaste
Dos años, apenas nada, no es bastante
Nunca lo será. Si hoy soy quien soy, mejor
Te debo lo indecible a ti, mas el perdón
Redentor hacia la parca, no lo hay, falló
Y no cejo en la ojeriza ni el resquemor
Se la guardo bien adentro ¡maldición!
Y mira que sé que tengo las de perder
Contra semejante cabrona sin carne ni piel
Mas no había motivo ni razón
Pa' arrancarte de este mundito ramplón
Tercero en su orbitaje a contar desde el sol
Nimio, insignificante en comparación
A tantos astros que rondan, deambulan
O malviven por este universo fraguado por las dudas
De si se expande o contrae, de si es plano o abusa
De curvas, poliedros e hipotenusas en 3d
Yo a ti te querría aquí, codo con codo, palma y envés
Forjando como solías relieve sobre mi planicie gris
Mi amigo, mi aliado de correrías y filosofías de vodevil
Tú con tu tónica de pijín, yo con mi lemon-gin
A cuántas no encaramos, cuántos fiascos
Escasos éxitos, mas ay cómo los disfrutamos
Cuántas risas, cuántos parlamentos templados
Conversaciones hondas, con poso y significado
Y ese aprecio ulterior al respeto: el cariño de hermanos
Yo a veces me disperso, vuelvo al pasado y quedo tan a contramano
Del aquí, sé que no es lo que querrías, tú que luchaste tanto
Que amabas con ese ahínco tan tierno esta vida que se te escapaba
Entre tus dedos de guitarrista cándido y monta jaranas
Me dabas el contrapunto, y ahora, ahora nada
Algo se pierde por siempre, se estropea, se apaga
Cuando un amigo del alma se te va, y la mirada
De uno ya no es cristalina, no es clara
Tiene un matiz acre, un cariz a llaga
Perenne de la que no hay cura, sólo acomode
Otro año más, y aún es tan jodido el informe
De daños… lo siento, no debiera atascarme
En añorarte, me tacharías de cobarde
De pusilánime con excusas de botarate
Te enfadarías conmigo por no aprovechar
De esta agridulce realidad sus parabienes y bondades
Sus amaneceres inolvidables, sus anocheceres intrigantes
Ya ves, quisiera telefonearte y que me pusieras en mi lugar
Como tantas veces antes, sé que es una necedad
Me aportabas tal dosis de equilibrio, nos la pasábamos genial
Aprendiendo erasmeño alicantino, brasilero, bastante alemán
Mancillando darbukas, Bailando mal no, fatal
Y tal vez sea que soy un egoísta animal
Que no te deja trascender en paz
Mas ahí está, sin trampa ni cartón, mi necesidad
De recordarte, de recordarnos, de recordar
Cuanto de bien sembraste en este lamedal
Cuanto de especial puede resultar una amistad
De verdad… mundana, humana, mortal
Pero, aun así y todo, imposible de finiquitar

FIN

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